Cuando el sol de la mañana se levanta sobre la pintoresca ciudad de Milán, comenzamos nuestro viaje hacia Lecco, nuestro destino de hoy. Nos acompañan los canales y el río Adda a través de carreteras secundarias y pistas gravel.
Dejamos el bullicioso centro de la ciudad y pedaleamos por los tranquilos navigli, los icónicos canales que una vez fueron las arterias de la revolución industrial de Milán.
Nuestra primera parada es en un puesto de fruta en un barrio de Milán donde compramos cerezas y plátanos para satisfacer cualquier antojo.
Luego vamos en busca de una cafetería en la que tomar nuestra dosis diaria de cafeína antes de embarcarnos totalmente en nuestra exploración sobre dos ruedas de la arqueología industrial, siguiendo los sitios históricos y reliquias que pueblan el camino que tenemos por delante.
Después de 40km, llegamos a la planta hidroeléctrica de Tacani, una joya arquitectónica de principios del siglo XX. Esta magnífica estructura de estilo Liberty sirvió como fuente de electricidad para la cercana fábrica de tejido de algodón de Crespi d’Adda.
Continuamos nuestro viaje pedaleando junto al pintoresco río Adda. El suave sonido del agua corriendo guía nuestros pasos. El camino nos revela una rica complejidad de una herencia industrial que cuenta historias de tiempos pasados.
Nuestra próxima parada es la planta hidroeléctrica de Bertini en Cornate d’Adda. Este punto de referencia histórico supuso un punto clave en los anales del sistema ferroviario de Milán. Construido al final del siglo XIX, la planta Bertini remplazó los caballos por fuerza hidráulica, revolucionando así el transporte en la ciudad.
Conforme nos movemos en sentido norte, llegamos sal puente de acero de San Michele en Paderno, un testimonio excepcional de la arquitectura industrial. Esta obra maestra, con cierto parecido a la Torre Eiffel, se le vanta orgullosa contra el telón de fondo del río. Su intrincada estructura metálica y presencia elevada nos deja en un estado de fascinación que nos hace valorar la artesanía del pasado.
La tija de suspensión ha demostrado ser una sabia decisión para deslizarnos sin esfuerzo en un terreno rugoso porque absorbe las vibraciones en beneficio del confort.
El viaje no sólo se centra en referencias históricas. Es una oportunidad para el ocio y disfrute en cada una de las numerosas paradas que hacemos en la ruta para refrescarnos y relajarnos metiendo los pies en las frías aguas del río Adda. La suave corriente se lleva la fatiga del pedaleo fortaleciendo nuestros espíritu.
Durante una de estas paradas, encontramos una gelateria que nos proporcionó un delicioso respiro frente al calor estival. Mientras saboreamos nuestros cucuruchos de gelato artesanal, compartimos risas e historias, reforzando la camaradería que surge al compartir también la aventura.
Cuando el día toca a su fin, finalmente llegamos a Lecco, donde tomamos un tren de regreso a Milán. Los neumáticos de nuestras bicicletas de gravel ruedan plácidamente sobre un pavimento suave mientras dejamos atrás los recuerdos de las pistas de gravel y las reliquias industriales.
Riders: 360 Valtellina bike team
Fotos: Alessio Soggetti
Producción: Theatre des Operations
Productos KS: Rage-i S Dropper Seat Post / KG Drop 2.0 remote / Ether gravel stem / Ether Carbon Gravel Bar